lunes, 5 de marzo de 2012

La intervención es un concepto contemporáneo y alude a la acción de un artista en un determinado lugar, sitio específico, sea natural o artificial, como también sobre algún objeto, entendiendo por objeto, un elemento cultural creado por el hombre para algún fin utilitario o decorativo. Estos objetos que yo intervengo son objetos de uso, son partes de vajillas antiguas o nuevas que forman parte de la historia , de mi historia y de la historia de nuestro país. Mi intervención en ellas imprime una marca actual que alude al multiculturalismo y a la gran mixtura que conforma nuestro mundo hoy, pero rescatando nuestra historia latinoamericana.
Utilizo imágenes generadas en distintos lugares del mundo y utilizadas en la producción artesanal, industrial y artística. Intercambio imágenes con otros artistas y diseñadores. Consigo imágenes de vajillas antiguas y produzco imágenes con formas apropiadas de los cuadernillos Simulcop, por ejemplo, entre otras.
Armo una suerte de collage cerámico, vitrificado por la temperatura del horno y por el tiempo y la historia.

Adelantos EL COLECCIONISTA. Inauguración el viernes 9 de Marzo......!!!







viernes, 2 de marzo de 2012

EL COLECCIONISTA. Inauguración viernes 9 de Marzo, 19 hs. Sala A. Centro Cultural Malvinas, 19 y 51. La Plata





Graciela Olio
EL COLECCIONISTA
  
Texto curatorial: Claudia Toro

De lo múltiple a la unidad en un ida y vuelta que consigue hacer puente y en ello, en el cruce, genera un tránsito en desarrollo permanente.
El recorrido siempre en conexión, superposición, diálogo, entre términos, conceptos, categorías, obra, y allí la obra de Graciela Olio se asocia a artistas que indagan en esos recorridos, se cruzan, se rozan y hacen signo ya en la selección del camino transitado del objeto cerámico. Partiendo del arduo trabajo que implica el hacer de una disciplina ancestral que sigue contemplando diversidad dentro de categorías del arte  asociada a lo cotidiano, al uso, a la funcionalidad y con sus particularidades dadas fundamentalmente por el servicio a la humanidad, la Vajilla de Olio brinda al mundo  su servicio a la mesa, al alimento, y también al ornamento saliéndose del ornamento mismo, yendo al ojo que no solo deglute, sino espera luego de la comida, el postre: vajilla híbrida.
Las imágenes son allí como cáscaras en los platos, como de sobre mesa, mesa que se ha compartido con otros comensales; y a modo de restos de la historia, hacen capas que se evidencian sobre la superficie dando representación sin imagen en el fragmento o en el detalle, solo con calidad donde se diferencian las tonalidades y se amalgaman. Reviven en el soporte cerámico, sobre el brillo, opacándolo.
Las técnicas tan preciadas son las mismas que a principio del siglo pasado, revividas por el fuego, adosándose con las nuevas imágenes conforman objetos factibles de ser coleccionados.

El alma encuentra en un objeto el nido de su inmensidad.”

Baudrillard escribe que dentro de la pasión de un coleccionista, la prosa cotidiana de los objetos se vuelve poesía, pues éstos, más allá de su funcionalidad, se convierten en recintos de la mente, disparos de la memoria, actos de sujeción a un estado remoto de las cosas”...
Gastón Bachelard

Hay en las cosas cosas que alguien elige por alguna razón, por alguna ilusión, por alguna intuición, por algo que reduce la percepción a instaurar un reino del objeto.
Hay cosas, palabras, sentidos, deduciéndose del tacto del ojo como órgano que talla sobre las superficies.
Hay flores, guardas, animales, faunas que difieren del original de la vajilla antigua, signo de lo contemporáneo que propone capa sobre capa develar narrativas de de-calque, de imagen sobre imagen, dibujando diferentes territorios se superponen dando nueva imagen.
Hay superposición en la vajilla resignificada por Olio, ante los ojos de “el coleccionista” y donde el valor de la colección allí reside; en la resignificación, en el elemento hecho signo, calcomanía sobre calcomanía con años de diferencia entre ellas. También se da en varios aspectos en el cruce con la obra de otros artistas, las gráficas en algunos casos pierden identidad. Una interviene sobre la otra, dialoga en el lenguaje y en el concepto, en la forma y en el contenido con Ana Gómez y esta con Julieta Cosentino. Dialoga con el viejo utilitario craquelado por el tiempo, con el vidrio matificado por la historia del uso, lo contempla, lo elige para que “el coleccionista” haga su parte. Olio es artífice del coleccionista haciendo objetos de valor, de extrema belleza.
Entonces sucede luego la repetición y la acumulación haciéndose a través de un vidrio; como en el cristal del ojo también lo vítreo atrapa la mirada y la refleja. Y del otro lado de la vitrina, por dentro y por fuera, por todo el espacio “el coleccionista” con ojo atento, guarda sus objetos, los resguarda, los hace deseables.
Mirar, esta muestra en la que Olio hace la colección, hace al coleccionista, hace que el objeto sea bello para ser coleccionado, implica aproximarse no solo a ver, sino a rememorar aromas, texturas, colores asociados con el alma. La fotografía aquí testimonia y habla de los mundos generados por otros puntos de vista, por el ojo que busca constantemente en diferentes ángulos, no en líneas lisas. Y deja que el polvo, como el tiempo, como el orden, se depositen sobre las cosas... hasta que una nueva mirada llega para traerlas nuevamente a este mundo de lo casi imperceptible, de lo sutil, de lo inanimado hecho vida con la resignificación.

                                                                                                                                                         C.T.                                                                      
Centro Cultural Islas Malvinas. Del 9 al 29 de Marzo de 2012. La Plata., 19 y 51. De Lunes a Lunes de 10 a 22hs.